Fueron protagonistas de las películas del cine de terror en los años 70 y 80, y en la actualidad se han establecido en nuestra sociedad. Estamos hablando de los zombis, o conocidos popularmente como caminantes o cadáveres reanimados, se han apoderado por completo del cine, la música, e incluso de la filosofía, pero lo que muchas personas desconocen es que en 1997 la revista The Lancet publicó una investigación de tres auténticos zombis haitianos.
La controvertida investigación fue llevada a cabo por el antropólogo británico Roland Littlewood y el medico Chavannes Douyon, quienes estudiaron a tres individuos identificados como zombis después de que aparentemente habían fallecido. La explicación haitiana de cómo se crean los zombis implica la distinción entre los diferentes elementos del ser humano, incluyendo el cuerpo, el Gwo Bon Anj (el principio vital) y la Ti Bon Anj (que representa algo parecido a la conciencia y la memoria). En línea con estas creencias es el hecho de que la conciencia y la memoria de la persona pueda ser escindida del ser humano, pudiendo ser capturadas y almacenados por un Boko, un tipo de mago espiritual con el único objetivo de maldecir o ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de una manera no muy ética. Entonces, ¿los zombis existen?
Ciencia o Vudú
Todo el mundo conoce de la existencia de los zombis principalmente por la ficción, pero para muchas personas, tanto en Haití como en otros lugares del mundo, los zombis son muy reales. La realidad es que no son una simple tontería, sino que son algo que debe ser tomado muy en serio. La creencia en la magia y la brujería está muy extendida en todo Haití y el Caribe, a menudo en forma de religiones como el vudú y la santería.
Los zombis haitianos se cree que son personas que son traídas de vuelta de entre los muertos (y a veces controladas) a través de medios mágicos por parte de sacerdotes de vudú llamados bokors o houngan. A veces, la zombificación es realzada como castigo (inculcando el miedo en aquellos que creían que podían ser objeto de abusos, incluso después de la muerte), pero en ocasiones los zombis han sido utilizados como mano de obra esclava en granjas y plantaciones de caña de azúcar. En 1980, un enfermo mental, incluso afirmó que había sido mantenido cautivo como trabajador zombi durante dos décadas.
Durante décadas los occidentales consideraron a los zombis como monstruos de películas de ficción, pero en la década de 1980 la verdad se dio a conocer a la opinión publica cuando un científico llamado Wade Davis afirmó haber encontrado un polvo que podría crear zombis, lo que proporcionó una base científica para las historias de zombis. Davis no cree en la magia vudú, pero él creía que había encontrado algo que podría envenenar a las víctimas en un estado de zombificación: una potente neurotoxina llamada tetrodotoxina, que se puede encontrar en varios animales, incluyendo el pez globo. Davis afirmó que se había infiltrado en las sociedades secretas de bokors y obtuvo varias muestras del polvo zombi, que luego fueron analizadas químicamente.
Davis escribió un libro sobre el tema titulado “La serpiente y el arco iris”, que más tarde fue llevada al cine por el maestro del terror y el suspense Wes Creaven. Durante un tiempo, Davis fue ampliamente reconocido como el hombre que había resuelto científicamente el misterio de zombis. No obstante las afirmaciones de Davis fueron más tarde cuestionadas por los científicos escépticos que consideraban sus métodos como poco científicos, señalando que las muestras del polvo zombi que proporcionó no eran válidas, y que las cantidades de la neurotoxina que figuran en esas muestras no eran lo suficientemente altas para crear zombis. Además, las dosis utilizadas por los bokors tendrían que ser exactas, ya que en demasiada cantidad la toxina podría fácilmente matar a una persona. Entonces, muchos expertos en la magia haitiana señalaron que además del polvo para crear zombis, también era necesario la magia utilizada p0r los brujos, una combinación esencial para los zombis.
Un fenómeno más allá de lo racional
Como hemos comentado anteriormente, según los principios del vudú, una persona muerta puede ser revivida por un bokor o hechicero. Los zombis permanecer bajo el control del bokor ya que no tienen voluntad propia. Pero aparte de la teoría científica también existe la creencia de la existencia del zombi astral, que una parte del alma humana es capturada por un bokor y es utilizada para mejorar su poder espiritual.
La creencia se basa en controlar el alma de la persona obligado a realizar diversas tareas. El zombi astral por lo general se mantiene dentro de una botella o en el interior de un cráneo. Estos elementos pueden venderse a sus clientes para la suerte, la curación o el éxito en sus negocios. Se cree que después de un tiempo el alma regresa, por lo que el zombi es una considerado como una entidad espiritual temporal. También se dice en la leyenda vudú, que la sal puede hacer volver al zombi a la tumba, ya que la sal y los zombis, según el folclore haitiano, vuelve al zombi sus sentidos. A menudo, el zombi ataca el bokor que lo creó o vuelve a su lugar de enterramiento y muere.
Entonces la pregunta sería: ¿el fenómeno zombi es debido a una composición química o se trata de un fenómeno más allá del racional? La respuesta la podríamos encontrar en el comportamiento de los zombis reales en Haití. Un respetado médico haitiano, uso la tecnología médica sofisticada, como la tomografía computarizada, para examinar a un hombre que se creía que había sido zombificado. El descubrió ciertos daños en partes del cerebro, privado de un suministro adecuado de oxígeno, en otras palabras, se comportaba como si su alma hubiese sido arrebatada.
Podríamos seguir examinando las muchas historias relacionadas con el fenómeno zombi en Haití. Y aunque muchas personas creen que los zombis de Haití son creados por la tetrodotoxina, existe una cierta posibilidad de que realmente el alma de la persona sea atrapada después de su fallecimiento. Como siempre cada uno tendrá su propia opinión sobre el fenómeno zombi, pero lo que si es cierto es que existen realmente.
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